Un soprendente mural pintado entre los habitantes de Pachuca, México, ha logrado reducir la violencia en esta población. El lugar ha dejado de ser gris y destartalado y se ha transformado en un mundo de color que contagia alegría y fuerza.
Ha sido un trabajo comuntario promovido por el ayuntamiento en el que han participado los muralistas urbanos de Germen Crew, un colectivo que realiza murales para mejorar los espacios públicos, y los habitantes de los barrios de Cubitos y Palmitas. Juntos han coloreado cerca de 200 viviendas y 20.000 metros cuadrados dentro del Programa Nacional de Prevención del Delito (PRONAPRED).
La primera etapa del proyecto fue la integración y duró seis meses, durante los cuales Germen Crew se volvió parte del barrio de Palmitas. Esto le permitió compartir y conocer a fondo a las personas de la comunidad, así como sus actividades, costumbres y necesidades para crear un mensaje con mayor significado.
Los integrantes del colectivo Germen Crew creen que ese hecho es el más relevante dentro del proyecto: “con orgullo estamos transformando la manera de ver el barrio de Palmitas a través del macromural. La gente tiene la necesidad de cambiar su perspectiva de vida y de aprender, así que todo Pachuca tiene las condiciones necesarias para llevar adelante esta estrategia donde color, arte e integración social son el motor”.
El proyecto ha beneficiado a 452 familias y 1.808 personas, y ha logrado generar nuevas dinámicas sociales a través del arte: los vecinos del barrio, mediante la participación, lo han hecho suyo, lo sienten como algo propio y, así, lo cuidan y se sienten seguros en él.
Un ejemplo más de la capacidad del arte como herramienta integradora y cohesionadora, a la vez que creadora de belleza…
Todo es de color…