La educación artística | Aitziber Olabarri

La educación artística

La importancia de la educación artística

La educación es un concepto bajo el cual entendemos que un individuo adquiere unos conocimientos y unas habilidades, además de ciertos valores individuales y sociales que permiten asimilar y entender los modos de actuar de las generaciones anteriores.

Cuidar de la educación es cuidar de nuestra sociedad, ya que la educación permite que se pueda dar todo aquello que nos caracteriza a las personas como seres humanos. La experiencia humana ha demostrado sin lugar a duda la estrecha correlación entre la coherencia y el desempeño de sus sistemas educativos, y el nivel de desarrollo al que se puede llegar a alcanzar en sociedad; sociedad como núcleo vital, como comunidad. Debemos distanciarnos levemente de la concepción materialista del desarrollo y la cultura, que sería lo más representativo precisamente en nuestra sociedad actual.

Asimismo, dejando atrás los tiempos en los que se podía considerar la educación como un gasto remediable y aceptando que tanto la cultura como el conocimiento son una prioritaria inversión en lo social, podemos comenzar a plantearnos más sobre las estrategias a tomar: qué y cómo educar a las nuevas generaciones.

 

La educación artística en la sociedad actual

El arte permite a las personas canalizar las emociones mediante determinadas formas de expresión. La educación artística es necesaria para contribuir al desarrollo cultural y social de las nuevas generaciones, permitiendo alcanzar una visión y conciencia más sensible sobre el mundo a los alumnos en su desarrollo.

De igual manera, concibiendo la educación artística como el desarrollo individual y social de cada estudiante, entendemos que el papel del profesor es de gran importancia y se debe conceder cierta atención a su formación y perfil, habiendo dejado éste de ser un simple puente entre el conocimiento y el entendimiento para convertirse en un mentor que acompaña el crecimiento y desarrollo del alumno. El profesor ha de ofrecer las herramientas adecuadas para que los alumnos puedan desarrollar todo su potencial con suficiencia.

 

¿Cómo debe de ser la figura de un profesor artístico?

El profesor debe de tener formación y experiencia en la materia a tratar, estar al día del currículo educativo y de los contenidos curriculares, de las metodologías e innovaciones educativas, de los modelos de evaluación, etc., pero también ha de poner el arte al servicio de las personas, acompañando y permitiendo un cambio mediante la disciplina aplicada, tratando de lograr cierto bienestar en los alumnos. Es cierto que existe una imagen desvirtuada del profesor que solamente atiende a los contenidos desentendiendo el factor humano de su profesión, pero esto no siempre sucede así, afortunadamente.

 

Música, danza y educación plástica son algunas de las materias más marginadas en el sistema educativo, a pesar de ser materias idóneas para generar un buen entendimiento multicultural, siempre desde el gozo y el diálogo, desde la escucha.

 

Es bien sabido que las materias artísticas son exitosas fuera del sistema, ya que de esta manera pueden gozar de cierta libertad en su programación y buena flexibilidad en su metodología. En cambio, en España, la educación plástica y musical están presentes en casi todos los cursos escolares de la Educación Primaria y Secundaria, y aun así no se consiguen grandes resultados con estas materias: los alumnos difícilmente logran adquirir los conocimientos más básicos acerca de la teoría musical o la interpretación, y lo peor es que acaban la formación sin entender y disfrutar la asignatura artística, mientras que en realidad debería haber sido una de las más experimentales y gozosas.

Escuchar o interpretar música es una de las prácticas humanas más extendidas y comunes a todas las culturas y procedencias. Si la música simboliza la unión, la diversidad y la integración, la identidad… ¿acaso no debería ocupar un lugar más privilegiado en nuestro sistema educativo?

Hay muchas cosas que fallan en este sistema del que hablamos aquí, pero algunas cosas vienen funcionando y otras pueden mejorar. La educación en cierto modo ha comprendido y actuado consecuentemente frente a las dificultades de la nueva sociedad actual: las diferencias de clase, la diversidad de etnias, religiones… Tan diversas culturas en un mismo lugar han complejizado con creces el ejercicio de la enseñanza y la educación.

 

La música como herramienta para la integración

Mientras que la educación ha de replantearse sus métodos tanto por las desigualdades existentes como por el modelo político y social del que formamos parte, tenemos la certeza, por ejemplo, de que el desarrollo de programas musicales exitosos como medio para poder dar respuesta a las nuevas necesidades pone de manifiesto la importancia de la música y el arte en toda reforma educativa

Según José Antonio Younis, catedrático de psicología social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con especialidad en antropología, toda sociedad contiene un repertorio de identidades: niño, niña, padre, madre, policía, maestro, niño bonito, niño estúpido, etc. Independientemente de si estas identidades son asignadas o logradas, siempre llegan al sujeto a través de una interacción con las personas de su entorno. Únicamente se establece una identidad cuando esta misma es ratificada por las otras personas.

El concepto de “papel social”, entendido habitualmente como identidad, representa la conducta que se espera de la gente dada su posición en la sociedad u otro organismo social.

El trabajo expresivo desarrollado en un proceso artístico está completamente ligado a un aumento de bienestar psíquico de estas personas, así como a una mejora de la autoestima. Son todos estos beneficios observables los que consolidan este tipo de actividades en este sector, en particular como terapéuticas además de pedagógicas en el contexto en el que las tratamos; el arte nos ayuda a establecer relaciones humanas, y acompaña en la adaptación de las personas al medio. La música, la disciplina que conozco de cerca y con la que trabajo habitualmente, es en sí misma inclusiva, una herramienta excelente para integrar personas y valores, ya que agrupa dimensiones intelectuales, sociales y afectivas.

 

 
La creatividad para la sociedad actual: una habilidad que marca la diferencia

En los últimos tiempos hemos recibido mucha información sobre la importancia de la creatividad en nuestra sociedad. Las empresas buscan personas creativas con buenos portafolios, muchos expertos en educación nos hablan de la falta de creatividad en la educación y la necesidad de solventarla.

Hace unos 25 años, Kent Robinson, educador, escritor y conferencista, ya nos comenzaba a hablar de la necesidad de incorporar la creatividad en las aulas y de la necesidad de reformar nuestro sistema educativo. Ken nos ha dejado numerosas charlas online y libros en los que desarrolla sus ideas, innovadoras y transgresoras, acerca de la educación y la sociedad. Afortunadamente, sus ideas se han ido expandiendo y muchas personas han tomado este modelo de pensamiento, haciendo posible que nuestro modelo de educación evolucione hacia otros flancos.

Existe un pensamiento generalizado que destierra la creatividad a las personas que se supone que tienen el don de pensar creativamente, pero no es así. La inteligencia creativa surge de la interacción social, del juego, de la observación y la imaginación, de la conexión de ideas, etc. Todas las personas pueden ser creativas y desarrollar un aprendizaje cualitativo sobre esta habilidad.

Hay mucha información respecto a cómo ser más creativo, incorporar la práctica de las artes en la educación, enseñar y evaluar sobre las competencias en lugar de los contenidos, etc. Pero, ¿cómo evaluamos la creatividad?

Para responder a estas preguntas, hemos encontrado un artículo de la autora Carolyn Debrin, publicado en el nº 8 de la revista Harvard Deusto – Learning & Pedagogics, que contiene una entrevista realizada a Bruce Nussbaum, autor del libro Inteligencia Creativa: dominando el poder de crear, conectar e inspirar. En este artículo se describen las cinco competencias evaluables de la inteligencia creativa.

 

  • Extraer conocimiento: Conectando la información de nuevas maneras.
  • Enmarcar: Comprender el marco de referencia de cada situación, y ser capaz incluso de cambiar el punto de vista en función al contexto en el que se encuentre.
  • Jugar: Entender el juego no como una actividad infantil, sino como una técnica de descubrimiento y alcanzar desafíos. Se trata de una actitud.
  • Producir: Desarrollar la iniciativa de producir, que ya comienza a activarse en un buen nivel: la “cultura de producción” está renaciendo, todos nos convertimos en inversores, consumidores, productores y mecenas.
  • Usar el punto de apoyo: Concebir nuevas ideas y convertirlas en algo nuevo.

 

“La creatividad nos da miedo. Está tan rodeada de incertidumbre que a menudo lo rechazamos a favor de la predictibilidad y del convencionalismo. Además de esto, se nos enseña que es algo aleatorio, reservado a los cerebros especiales”.

Bruce Nussbaum

 

Para concluir creo que nos podemos quedar con una simple idea, y es que el mundo necesita más arte y más mentes creativas. La educación es el principal canal para el cambio: permitamos que la música, la danza, la pintura, etc, adquieran más protagonismo, construyendo una comunidad mediante la belleza y las emociones.//

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Educación artística en niños
Musictip: Educación Musical Integrativa
// Escuchar o interpretar música es una de las prácticas humanas más extendidas y comunes a todas las culturas y procedencias. Si la música simboliza la unión, la diversidad y la integración, la identidad… ¿acaso no debería ocupar un lugar más privilegiado en nuestro sistema educativo? //
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